sábado, 16 de mayo de 2009

Ayudas o ladrillazos

ZP anunció en el Debate del estado de la Nación sus medidas para salvar un sector inmobiliario ahogado por la soberbia crisis económica: a partir de 2011 la compra de una casa no desgravará impuestos.

La idea es que la gente que tenía pensado comprar una casa en los próximos años adelantará sus planes con tal de aprovechar los últimos días de una de las pocas maneras legales de la siempre agradable actividad de pagar menos impuestos. Vale, en principio debería funcionar, ¿pero y luego qué? Por la misma regla de tres, cuando comprar un piso no desgrave las ventas de desmoronarán, al menos que la pitonisa sin dedos le haya chivado a ZP que en 2011 todo el mundo andará forrado de duros y hasta el vendedor de naranjas de Callejeros podrá comprarse sin problemas un piso en la Calle Serrano. Es decir se toman medidas para salvar un sector de una crisis económica para luego liarnos a ladrillazos con él. Qué bien. Además también es muy criticable la poca claridad con la que Zapatero ha anunciado la medida, ya que ni siquiera dejó claro si la gente que compre un piso antes del 2011 seguirá desgravando después de la fatídica fecha. Aunque no sería extraño que todo acabara el 28 de diciembre de 201 con un anuncio de que comprar un piso seguirá desgravando. ¡Era una broma! ¡Inocentes!

Pero no sólo eso, las ayudas al sector del automóvil también tienen su gracia. Resulta bastante ridículo que de los 2000€ con los que Zapatero pretende ayudar a la compra de coches nuevos, 1000 tengan que salir del fabricante. Esta genial idea supone que la mitad del dinero con el que el Gobierno pretende ayudar al sector saldrá de la propia industria automovilística. Como el dinero no cae del cielo, al menos últimamente, se supone que los fabricantes necesitarán ingresos extras para pagar el nuevo gasto ¿Cómo lo harán? Tal vez pongan un tenderete en la puerta de las oficinas para vender limonada, pero lo más probable a subir los precios. ¿Qué se ha ganado? ¡Nada! ¡Bravo, somos geniales!

A falta de ver si el dinero para pagar los portátiles prometidos para que los escolares puedan buscar pornografía en clase de mates también tiene que salir del fabricante, es bastante triste ver como un Debate sobre el estado de la Nación acaba por convertirse en un cruce de acusaciones más propia de un chat de Internet que de una sesión parlamentaria. Mientras Zapatero alababa sarcásticamente a Rajoy por “ser un maestro perdiendo elecciones” que le gana “dos a cero”, Rajoy se defendía asegurando que “de esto no saben ni una palabra” ni “leer” y sentenciando que “podían callarse”. Así arreglarán el mundo, seguro.

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